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Borges y los vascos




Al cumplirse, a finales de agosto, el ciento quince aniversario del nacimiento del gran escritor Jorge Luis Borges, me ha venido a la mente un recuerdo antiguo, con la televisión en blanco y negro, en el que en una entrevista decía varias, al modesto entender de un chaval de entonces, barbaridades ó sandeces  y entre ellas, sin venir especialmente a cuento, alguna grosería particular sobre los vascos. Y no descubro nada diciendo que, aunque considerado como un genio de la literatura , y quizás por ello, tenía también sus, digámoslo así, curiosas ocurrencias. Puede que por esa razón se quedará sin el Premio Nobel de Literatura. Y yo, que me sentí ofendido, me prometí no leerlo nunca.

Algunos botones de muestra. Consideraba razonable que por motivos políticos se matase a la gente. Elogiaba a Pinochet y este le concedió un Doctor Honoris Causa. Dijo que Franco fue un beneficio para su pueblo. Hizo declaraciones a favor de Videla. No ocultó su simpatía por Israel en la llamada “Guerra de los Seis Días”. Le simpatizaban las dictaduras, siempre que no fueran la peronista ( le parecía vulgar) ó la estalinista ( se consideraba anticomunista). Era un confeso racista: le resultaban insoportables los negros y criticaba a los norteamericanos por haberlos enseñado a leer. Creía que la democracia no tenía ningún valor, que era un abuso de la estadística. Para él la libertad y el libre albedrio eran meras ilusiones. De no haber sido escritor le hubiera gustado ser militar, siguiendo la tradición familiar. A pesar de ser argentino hasta el tango le resultaba desagradable.

Algunas perlas sobre los vascos. “Yo tengo mucha sangre vasca, pero ¿qué han hecho los vascos? Ordeñar vacas, hacer queso, estar de mal humor -en el caso de Unamuno- y se acabó. Si no hubiera habido vascos la historia del mundo hubiera sido exactamente igual. Nadie se hubiera dado cuenta. No entiendo cómo alguien puede sentirse orgullosos de ser vasco. Los vascos me parecen más inservibles que los negros, y ¡fíjese que los negros no han servido para otra cosa que para ser esclavos¡ Se habla de la voluntad vasca, de la terquedad vasca y ¿para qué ha servido? Nada más que para ser españoles y franceses. Por lo demás, han producido unos pintores execrables y un escritor insoportable como Unamuno. Cuando enumero mis orígenes soy muy cuidadoso en olvidarme de los vascos”.    Y sobre el euskera: “ Qué raro ese idioma , tan antiguo y con tan pocas palabras. Para decir árbol dicen arbola.”

Maticemos. En primer lugar, conviene diferenciar la obra del autor. Estas opiniones no aparecen, en general, en su obra literaria. Son comentarios en entrevistas ó confidencias (que luego se harían públicas) con amigos literatos. Por escrito, el año 45, tras reconocerla como querida e irremplazable, critica a Inglaterra porque tolera a Franco. En segundo lugar, a partir de los años ochenta deja de hacer apología de la violencia, “condenando a todas las guerras como Gandhi y como Rusell”, no apoya a los militares argentinos en la Guerra de las Malvinas y se muestra a favor de la democracia. En tercer lugar, en su obra literaria, se confunden crimen y valor con lo cuál venera a los cuchilleros, al hampa, a los gauchos, a los militares, no diferenciando la épica de la barbarie. Por otra parte,  Estela Canto, que bien le conocía, nos indica que tuvo admiración y simpatía por Unamuno, cuestión que queda corroborada por el artículo laudatorio , que tras el fallecimiento del bilbaíno, le dedica en enero del año 37 en la revista Sur de Buenos Aires. Además en otras ocasiones presumía de tener apellidos y antepasados vascos. Entre ellos citaba al que en 1,580 fundó la ciudad de Buenos Aires, Juan de Garay, que era natural de Orduña , aunque hay quién sostiene que pudo nacer en el colindante Valle de Losa, bien en Villalba de Losa (que perteneció a Alava en el s. XV) ó bien en Villaño de Losa (que tenía y sigue teniendo una cerca ó enclave que pertenece a Orduña). Por último, si  hubiera leído a Azkue, que fue el que obtuvo la cátedra de euskera a la que aspiraba Unamuno, podría haber conjeturado con él que el nombre genérico de “árbol” puede que no existiese originariamente en euskera, la lengua viva más antigua de Europa, y que, no obstante, la denominación autóctona “zuhaitz” es también apropiada.

Borges tiene también otras peculiaridades. No escribió nunca un texto mayor de diez páginas. No lee novelas y mezcla lecturas. Considera que la patria es una decisión . Es enigmático y contradictorio. Es un tanto místico. Prefiere escribir a hablar. Y leer antes que escribir. Confiesa ser rico en perplejidades, no en certezas. Tiene la humildad de reconocer que del Ulises de Joyce no ha podido leer más que algunas escenas. Decía que su primera lectura del Quijote la hizo en inglés y al leerlo en castellano le pareció  (¡ y le concedieron el Premio Cervantes¡) “una mala traducción”. En definitiva, era un provocador. Para Borges el escritor llamado Borges era un personaje que él mismo había creado.  

Afortunadamente, como no cumplí mi promesa, puedo recomendar, incluso aunque el lector sea vasco o negro, que lea a Borges, al articulista, al ensayista, al poeta, al cuentista, al que es capaz de crear historias fantásticas incluso para protagonistas reales, … y no tomar muy en serio las entrevistas que hicieron a su personaje. 

Mikel Etxebarria Dobaran.
Publicado en Deia el 7 de octubre de 2014 


Comentarios

  1. Estimado Mikel, la primer referencia de una opinión contrariada de Borges hacia los vascos la encontré en un relato donde uno de sus personajes decia aquello de ..."que han hecho los vascos más que ordeñar"; bueno yo soy descendiente de ordeñadores , Jorajuria Urrutibeheity en Argentina y aquel comentario nada me gustó.
    Le cuento que creo saber porque Borges habla asi de los vascos.
    Aquí, en Argentina es realmente un gran orgullo decir que se tiene sangre vasca, eso es honor y un carácter de diferenciación que puede llegar a molestar a quienes no lo son. De hecho el mejor amigo de Borges era Bioy Casares quien dice en su autobiografía que el quería que el apellido Bioy también fuera vasco como Casares pero que en realidad era Francés. Bioy Casares era como un alter ego para Borges pues era un hombre muy elegante y muy mujeriego cosa que Borges solo podía soñar. Si el personaje que creaba Borges de si mismo encontraba el artilugio intelectual de vengarse de esa actitud viril, en él ausente, entonces bueno que así sea. Los vascos, pura fuerza vital.
    Es verdad que en sus últimos años Borges se desdijo con respecto a la democracia diciendo públicamente que era la mejor forma de gobierno, seguramente después de vivir siete años de una dictadura militar brutal.

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  2. Querido amigo, muchas gracias por tu aportación. Te lo dice también un descendiente de ordeñadores vascos: mis bisabuelos por parte de madre suministraban leche a un incipiente Bilbao de finales del siglo XIX y principios del XX. De la biografía que escribió Bioy Casares sobre Borges destaco dos cosas. La primera, que nos dice que hay que juzgar a un escritor por lo mejor que ha escrito, como se hace con los muertos. Y la segunda, que nos descubre que el altivo Borges murió en una casa sin número en una calle sin nombre.
    Un abrazo fuerte y agradecido por recibir tu opinión.

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