La rectora de la UPV_EHU, Eva Ferreira y la presidenta de CEBEK, Carolina Pérez-Toledo en la firma de un convenio de colaboración Universidad-Empresa |
Hay empresarios que consideran que la
universidad está de espaldas al mundo empresarial. Que no forma a sus alumnos
en las necesidades empresariales. Que debería programar los estudios más
especializados para conectar mejor con los requerimientos del mercado. Que ni
se interesa ni se dirige a empresas cercanas que adquieren importancia (por
salir a bolsa, por estar insertas en sectores especiales, por volumen de
facturación o por empleabilidad…). Que no atiende a requerimientos realizados
por las empresas sobre estudios o investigaciones innovadoras.
En mi opinión, la universidad debe dar
una formación integral a los estudiantes. No solo debe formar en conocimientos
técnicos, concretos y específicos, - cada vez más cambiantes y especializados- sino
también en valores, es decir, en pensamiento crítico, en visión a largo plazo,
en perspectiva general y holística, en ética e integridad…, y también divulgando
la trayectoria humanista de empresarios destacados. Por otra parte, ya existen
desde hace muchos años programas de formación dual, que no es teoría para realizar en la
universidad junto a práctica para realizar en la empresa, sino una formación
integral diseñada en colaboración entre la universidad y la empresa.
El año pasado la rectora de la UPV-EHU, Eva
Ferreira, nos deleitó con una conferencia en el Grupo Vasco del Club de
Roma bajo el título “Conocer para cambiar. La universidad, creadora y difusora
de conocimiento, convertida en agente de transformación social”. Nos decía que estaba en la línea de la
universidad humboldtiana, que se basaba en dos ideas de la Ilustración: el
individuo y el ciudadano del mundo, ya que Humboldt creía que la
universidad (y la educación en general) debería permitir a los estudiantes
convertirse en individuos autónomos y ciudadanos del mundo mediante el
desarrollo de sus propias facultades de razonamiento en un entorno de libertad
académica. Abundaba la
rectora en la idea de que la
universidad esté en el centro de la sociedad y que
la sociedad esté en el centro de la universidad, siendo importante
distinguir entre una universidad al servicio de la sociedad y una universidad a
demanda de la sociedad. Y me atrevo
a sugerir, que donde la rectora decía “sociedad” podríamos poner “empresa”.
Conviene indicar también que la UPV-EHU y las patronales vascas suscriben habitualmente convenios de colaboración. La finalidad es la realización de actividades formativas e investigadoras fomentando aún más la
formación dual universidad-empresa, impulsando la realización de Trabajos Fin
de Grado, Trabajos Fin de Máster, Tesis de Doctorado (en especial en la
industria) y prácticas voluntarias. Se organizan cursos, seminarios y planes de
formación casando las necesidades del tejido productivo con la empleabilidad
del alumnado. Mediante la formación de grupos de trabajo mixtos se desarrollan estudios conjuntos de investigación científica y técnica. Y se conceden becas destinadas al fomento, impulso y
desarrollo de trabajos universitarios.
El ya citado Humboldt, que fundó
la primera Universidad de Berlín -que hoy lleva su nombre-, que estudió euskera
- a él se debe la expresión de que la lengua vasca es la más antigua de Europa
- y que fue ministro de Educación prusiano, abogaba por un enfoque holístico para
la educación, combinando enseñanza e investigación, arte y ciencia, con la idea
de formar personas con capacidad de pensar. En lugar de únicamente formación técnica
y profesional para convertir a los hijos de carpinteros en buenos carpinteros,
abogaba por convertir a todos los jóvenes, sobre todo, en excelentes personas.
En conclusión, claro que es importante
que la universidad se conecte con el mercado y con las necesidades concretas de
las empresas para contribuir al desarrollo económico-social y a la
competitividad. Así, cuanto se aprecia y cuanto mejora la enseñanza en estudios
universitarios ligados con el mundo empresarial, cuando ocurre que los
profesores tienen experiencia en ese mundo. O cuando empresas importantes
tenían, hace muchos decenios, departamentos en la misma Universidad de Deusto,
donde los estudiantes hacían prácticas. Pero no hay que perder el norte. Las
necesidades empresariales pueden ser muy cambiantes y puede resultar peligroso ceñirse
sólo al objetivo de satisfacer la demanda de las empresas. En la universidad
deben formarse personas, no simples operarios al servicio del capital. Lo cual
no obvia, que sea necesaria -y de hecho existe desde hace mucho tiempo- una estrecha
colaboración, que seguro que puede ser mejorable, entre el mundo universitario
y el empresarial.
Mikel Etxebarria Dobaran
Economista
Publicado el 29 de mayo de 2023 en Deia y en diarios del Grupo Noticias
https://www.deia.eus/opinion/2023/05/29/empresa-universidad-viceversa-6862505.html
https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/opinion/2023/05/29/empresa-universidad-viceversa-6862359.html
https://www.noticiasdealava.eus/columnistas/2023/05/29/empresa-universidad-viceversa-6862378.html
Muy de acuerdo con tus conclusiones Mikel. Añado que detecto mayor conexión empresa/universidad en las áreas científicas o técnicas que en las de humanidades. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, por la aportación.
ResponderEliminarAsí es Mikel , Eskerrik asko por condensar Filosofía, valores humanos ,Universidad en el desarrollo del crecimiento humano.
ResponderEliminarMuy importante tu artículo.
Mila esker zuri.
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