Cuando hayan
pasado cincuenta años, y ya con suficiente perspectiva histórica, los
habitantes del futuro, asombrados al descubrir tanta barbarie, se preguntarán cómo éramos nosotros
capaces de permitirla, cómo éramos capaces de aguantar el asesinato en masa de
inocentes, de convivir con el genocidio y la utilización de la hambruna, cómo no había Estados u Organizaciones con el suficiente poder para evitar
invasiones; cómo éramos capaces de seguir con nuestra vida, de poder comer, de
poder trabajar, de divertirnos, de dormir, de amar…; cómo nuestro corazón se
hacía de hielo ante la crueldad más estúpida.
No entenderán cómo no fueron juzgados ( y
condenados) los impulsores y autores de crímenes de lesa humanidad. No
entenderán cómo seguíamos negociando y manteniendo relaciones diplomáticas con
los supuestos Estados democráticos que actuaban criminalmente y que les
teníamos que pedir perdón si les criticábamos. No entenderán que había importantes
intereses geopolíticos, vetos cruzados, alianzas comerciales, que eran más
poderosas que la vida de miles y miles de niños y de inocentes. No entenderán que la muy ofendida Europa con los Estados
invasores, o les vendía armas o les compraba gas.
Mientras quizás, esos habitantes del futuro
de dentro de cincuenta años, puedan elegir a que hotel de lujo van a ir de
vacaciones en la reconstruida Gaza, ahora propiedad de Israel, se preguntarán
cómo un pueblo que tanto sufrió, fue capaz de permitir a su gobierno realizar
tropelías aún mayores a otros seres humanos.
Además nosotros -los que aún vivamos- no
podremos decir que no sabíamos nada, que vivíamos en la ignorancia, como
aseguraban asombrados algunos alemanes por las tropelías nazis, algunos
españoles por la dictadura franquista, algunos vascos por el terrorismo etarra,
algunos gobernantes por el terrorismo de Estado. Y es que en los años veinte del
siglo XXI, aparte de fake news estábamos sobreinformados y nos retransmitían
los bombardeos y las masacres en vivo y en directo.
Hablemos de
Gaza, un auténtico infierno en la Tierra, peor que el dantesco. Y desde luego condenando también cualquier ataque
terrorista, como el perpetrado por Hamas. Según datos de UNICEF, han sido
asesinados más de 14.000 niños en lo que va de conflicto y hay 600.000 niños en
Rafah, donde en teoría iban a estar a salvo, esperando lo peor. Muchos de ellos
con discapacidad, con desnutrición aguda, afectados por enfermedades
infecciosas.
Hablamos de
Ucrania, otro pretendido infierno, donde han muerto miles y miles de personas,
han desaparecido ciudades enteras e infinitas infraestructuras y han abandonado
forzosamente sus hogares, sus trabajos, su historia y su vida millones de
personas.
Los Estados
Europeos, USA, la Unión Europea, la ONU parecen incapaces de parar el atropello
al ser humano. Afortunadamente, como ha pasado en otros momentos de la
Historia, los jóvenes se mueven. En las universidades, como lo hacíamos antaño,
no gustan las mordazas, se ejerce el pensamiento crítico.
El mayo
francés, la primavera de Praga, las manifestaciones contra la guerra del
Vietnam, los movimientos estudiantiles en el franquismo, quizás en primera
instancia no conseguían ambiciosos objetivos, pero servían para aunar fuerzas,
defender la decencia y poner la importancia en el ser humano.
La juventud comprometida que hoy responda,
podrá decir dentro de cincuenta años que ellos sí hicieron algo. El futuro
señalará al que no lo hizo.
Mikel
Etxebarria Dobaran
Publicado el 13 de mayo de 2024 en el número 213 de Kazetariak, revista de la Asociación Vasca de Periodistas y del Colegio Vasco de Periodistas
https://kazetariak.eus/informe-genero-fape/
Se clonaran otras guerras
ResponderEliminarDe la misma manera que el ser humano se enojara y reclamara la paz.
Los países conjuntamente deberían paralizar:
"semejante no ya crímenes espantosos sino la libre impunidad casi medieval de poder invadir, secuestrar rehenes, asesinar en matanzas a niños/as"
Los motivos de culpabilidad nos cubren la necesaria paz que pide actuaciones en el terreno no discusiones sino mediaciones con respuestas concretas.
Sino conseguimos crear organismos internacionales independientes con carácter vinculante para protegernos de nosotros /as tendremos escenarios iguales o peores. (bacteriológicos ……)
Un abrazo
Besarkada bat
Muchas gracias por tus aportaciones, Gonzalo. Un abrazo fuerte.
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