¡ Carajo ¡. ¡Vaya vaina ¡ ¿ Por qué nos dejas, Ales ?

 

Mi cuñado, pero, sobre todo, amigo, Ales Artaza Jauregi ha decidido dejarlo, como diría Antonio Alcántara; es decir, ha fallecido.

Natural de Plentzia aunque nacido en Venezuela, ingeniero, cocinero, amante de la música y del canto, dialogante y diplomático, del Athletic y apasionado por Euskalherria.

Su aita, Alejo Artaza, en agosto de 1937, en plena guerra incivil (como diría Unamuno) sería nombrado por el EBB (Euskadi Buru Batzar) del PNV (Partido Nacionalista Vasco) Comandante en Jefe de la plaza de Santoña; convirtiéndose, por tanto, durante unas fechas cruciales y complejas en la máxima autoridad del Ejército Vasco. Tras muchas penurias y vicisitudes y salvar el pellejo milagrosamente se exiliaría en Venezuela donde en 1956 nacería su hijo Ales, que seria el mayor de los hermanos.

Aunque el Club de Roma (su creación y sus dos primeros Informes) los conocí de estudiante en los años 70 en Sarriko de la mano de mi profesora de Economía Política, Milagros García Crespo, gracias a Ales me enteré que el Club de Roma tenia un Grupo Vasco, que casualmente lidero desde hace unos años. Ocurre que el fundador del Grupo Vasco y su primer presidente fue Javier Salcedo, su jefe en el mundo de las papeleras y además Ales seria ponente en 2009 con el título «De Kyoto 1990 a Conpenhage 2009 y 20% para el 2020 – El desafío». 

Hace unos años realizamos acompañados de nuestras parejas, hermanas entre ellas, un viaje aprovechando las vacaciones del mes de agosto a Venezuela, en el que, siendo Ales un inmejorable guía,  conocimos el universo vital de su juventud, sus lugares entrañables ( Maracaibo, Caracas, los Roques, el Paují, la Amazonia, los Andes,...) y sobre todo su reguero de amigos del alma repartidos por toda la geografía del país. 

Se emocionaba fácilmente con la música de Buena Vista Social Club, Atahualpa Yupanqui o Pablo Milanés y le encantaba también entonar canciones de Mikel Laboa o Benito Lertxundi.

Gran profesional, con proyección internacional, llegó a liderar la Asociación del Clúster del Papel de Euskadi y ha decidido, así por las buenas, no disfrutar de la jubilación, posiblemente para acallar a esos agoreros que están todo el día mal hablando de las pensiones.

Comprenderá que yo le rinda este pequeño homenaje de recuerdo, con lo que menos mal se me da, escribiendo. El, por su parte, un cocinero euskaldún. como Jaungoikoa manda, ya habrá localizado algún txoko por allá arriba y estará seguramente preparando algún  exquisito guiso. De momento, que tengo por aquí muchas cosas que hacer, se tendrá que buscarse otro pinche que le de conversación y le rellene un poco el vaso. 

Goian bego, Ales. Besarkada bero bat.

Mikel Etxebarria Dobaran

GRUPO VASCO CLUB DE ROMA