En los tiempos de mocedad en el colegio, teníamos un periódico escolar de edición semanal, que lo elaborábamos algunos alumnos. La sección que el que suscribe llevaba, posiblemente porque nadie se atrevió a cogerla, se titulaba “La Crítica”. Me dedicaba a “comentar” algunos modos de proceder de algunos profesores, algún modo peculiar de recibir clase en algunas asignaturas y algunos usos y costumbres del centro educativo. Lo intentaba hacer con educación, mucho tacto y mano izquierda (por la cuenta que me tenía) y sobre todo con argumentos convincentes, al menos para mí. Quiero apuntar que, encontrándonos a finales de los años 60 del pasado siglo, es decir, en plena dictadura franquista, la crítica franca y abierta no era ni habitual ni conveniente ni en los medios de comunicación de entonces ni en ningún lugar confesable. Por mi parte trataba, de dando pistas sobre los aludidos, evitar dar sus nombres y nunca faltar al respeto, como a veces lo hace hoy en día hasta algún académico de ...
Siendo economista desde hace más de cuarenta años, he sido más contador que cuentista. La pasión por la lectura me ha llevado a intentar reflejar en la escritura, a través de artículos publicados en prensa y reflejados en este blog, la defensa del Humanismo como herramienta para afrontar con decencia un mundo cada vez más complejo. Autor de “Meditaciones Compartidas. De Bilbao al mundo”. Zorionekoak etxe honetara datozenak. Afortunados quienes vengan a esta casa. Mikel Etxebarria Dobaran.