Fue muy loable la creación del indicador macroeconómico PIB (Producto Interior Bruto) en Estados Unidos, tras la depresión de los años 30 del pasado siglo, cara a prevenir conflictos sociales. Se consiguió tener una guía útil para identificar la actividad económica a partir de los ingresos impositivos, los servicios básicos y la creación de puestos de trabajo. Y también sirvió, tras la segunda Guerra Mundial , con la restauración de infraestructuras y sistemas financieros , para prevenir conflictos mundiales. Pero desde entonces ha llovido mucho y surgen paradojas que obligan a plantear alternativas. Ahora estamos abrumados por datos, por sistemas de control, por algoritmos, lo que en teoría nos llevaría a estar muy bien informados. Sin embargo usamos, para tomar importantes decisiones, indicadores que sabemos que ya no son válidos porque no miden lo que decimos que miden, porque no incluyen lo que deberían incluir o porque contienen lo que no corresponde. Y uno de ellos es p...
Siendo economista desde hace más de cuarenta años, he sido más contador que cuentista. La pasión por la lectura me ha llevado a intentar reflejar en la escritura, a través de artículos publicados en prensa y reflejados en este blog, la defensa del Humanismo como herramienta para afrontar con decencia un mundo cada vez más complejo. Autor de “Meditaciones Compartidas. De Bilbao al mundo”. Zorionekoak etxe honetara datozenak. Afortunados quienes vengan a esta casa. Mikel Etxebarria Dobaran.