Eguerdion , agur bero bat eta eskerrik asko etortzeagatik, danori.
Buenos días a todos, un afectuoso saludo y muchas gracias por
vuestra presencia.
Enfocando el sector inmobiliario de lo global a lo local, vamos a empezar hablando en términos
genéricos y macroeconómicos realizando un breve repaso histórico y dando unas
pinceladas sobre los problemas y las tendencias del sector, para posteriormente
hacer hincapié en la CAV mencionando la situación de las DOT (Directrices de
Ordenación Territorial) , la Ley de Vivienda y la actitud de la Administración.
Al comenzar el año 2019 aparecieron titulares en prensa que
decían que el sector inmobiliario arrancaba su desaceleración, que la caída del
ladrillo sería sostenida y moderada, ya que (textual) llevábamos mucho tiempo
creciendo. Aparte de jugar con las palabras: “arrancar desaceleraciones”,
“incrementos negativos”, “ralentizaciones evolutivas”… lo de algunos gurús,
expertos y/o consultores, sea de nuestro mundillo o de otros, es para tomárselo
con precaución, ya que los datos macroeconómicos generales avalaban que no estábamos
mal, que teníamos crecimiento del PIB, que era elevada la competitividad frente
a otros países, que crecían las exportaciones, que se reducía el desempleo,…
Hagamos, por tanto, un breve repaso a la intrahistoria (término unamuniano) macroeconómica inmobiliaria,
siguiendo fundamentalmente un estudio realizado por Tony Loughran y
percibiremos que los ciclos existen, pero que tienen características diferentes.
Durante el repunte registrado en la década de los ochenta, estamos hablando a nivel global, el
optimismo económico llevo a pensar que se había conseguido domesticar al sistema
económico mundial y que no habría más recesiones, que incluso los ciclos eran
una leyenda urbana. Todo acabó abruptamente en el crash de la Bolsa de Nueva
York, que estalló en octubre de 1987.
La siguiente etapa de crecimiento comenzó a finales de los noventa y fue diferente. Las valoraciones inmobiliarias volvieron a
entrar en una rápida espiral ascendente que generó importantes rendimientos a
los actores del sector. El detonante del crak económico fue en esta ocasión el enorme
aumento de liquidez a través de préstamos bancarios y la debilidad de algunas
prácticas crediticias. Estos dos factores generaron tanto el boom económico,
alimentado con deuda, como la quiebra posterior del sistema.
Actualmente nos encontramos en una etapa de expansión inmobiliaria desde hace unos
cinco años. Las exigencias de solvencia son hoy mayores que hace diez años: los
préstamos bancarios están bajo un control más estricto por parte de los
reguladores. El repunte inmobiliario actual es aparentemente más sano que el observado
en ciclos anteriores y el crecimiento viene impulsado por un capital que busca
niveles de rentabilidad que no se encuentran en otro tipo de inversiones: bonos
del estado, acciones corporativas,… El sector inmobiliario cerró 2018 con un
incremento del 10%, según el INE, cifra que no se veía desde hace más de una
década. Las previsiones para el futuro más cercano indican que el mercado
inmobiliario está en una fase de desarrollo, posiblemente, prolongado y
sostenible, ya que el crecimiento del empleo, motor fundamental para la compra
de viviendas, sigue a buen ritmo. En ausencia de externalidades el ciclo
alcista debería llegar hasta al menos 2022. Las señales de cautela deberían
ser vistas como un signo positivo, creando un ciclo inmobiliario más sostenible
que los vividos anteriormente.
No obstante teniendo en cuenta que sabemos que esto es cíclico,
que al auge le seguirá la depresión, ¿qué factores pondrán fin al ciclo actual?
:el envejecimiento demográfico, los efectos de las guerras comerciales, el
colapso del sistema bancario. También alterarán el funcionamiento de la
economía y podrían generar una importante corrección de precios en el medio
plazo, los avances tecnológicos, el auge de la energía solar y la inteligencia
artificial. Las externalidades pueden venir de un shock geopolítico o económico
planetario (un conflicto mundial, la mala salida al Brexit, una recesión en USA
o una ralentización en China,…) o de factores de política interna (Cataluña, la
inestabilidad política,..…) y como bien sabemos, a la economía, en general, y a
los mayores de edad, en particular, no nos gusta ni la incertidumbre ni la
inseguridad jurídica.
Tras este repaso histórico, vamos a señalar cuales son a nuestro
juicio los problemas, por una parte y las tendencias, por otra, del sector
inmobiliario.
¿Cuáles son los problemas
del sector inmobiliario? Simplemente enumeramos los más
evidentes, siendo su orden jerárquico variable en el tiempo:
1)
La escasez de suelo
finalista
2)
La demora en las tramitaciones
urbanísticas
3)
Los elevados costes
de construcción
4)
La escasez de mano
de obra cualificada
5)
Las exigencias y
contrapartidas a la financiación
6)
Los incumplimientos contractuales
¿Cuáles son las tendencias
en el sector inmobiliario?
1) La concentración de la Oferta: de un mercado atomizado (con
innumerables promotoras de escaso tamaño) a un mercado más consolidado
con menor número de actores
2) Un sector más intenso en Capital, con mayor
utilización de fondos propios, con fondos de inversión internacionales en los
accionariados y menor deuda bancaria
3) Unas empresas más Institucionales: con
mayor peso de lo que hoy en día se denomina GRC( Gobernanza, Riesgo y
Cumplimiento). En este sentido convendría ir, no sólo en el ámbito inmobiliario
sino en el mundo empresarial en general, pasando de la deontología de Kant o
del utilitarismo de Bentham al virtuosismo de Aristóteles, que por cierto, les
precedió en el tiempo.
4) La apuesta decidida por la Industrialización, con incidencia en
reducción de plazos y costos, intentando romper con la tradicional lenta
rotación de los activos, pero teniendo presente que no somos una fábrica
convencional
5) La tendencia a la colaboración en Innovación por parte de
toda la cadena de valor, incluyendo a la competencia y también sería deseable a
la Administración
6) La imparable Digitalización y Transformación Tecnológica
del sector: en ventas y marketing, en la construcción y en todos los procesos
internos de las compañías, ya que los
clientes potenciales son los milenials, que son nativos digitales. En este
sentido se dice que estamos pasando de la Sociedad de la Información a la
Sociedad de la Imaginación
7) La apuesta decidida por la Calidad Total en la promoción: en el
producto, en los procesos y en la relación con los stakeholders o grupos de
interes (clientes, proveedores, trabajadores, accionistas, administraciones,
entidades financieras, sociedad civil,…)
Tras este apunte de visión global, tanto de la intrahistoria
inmobiliaria como de sus problemas y tendencias, vamos seguidamente a dar un enfoque local desde la perspectiva de
la CAV (Comunidad Autónoma Vasca): las DOT
(Directrices de Ordenación Territorial), la Ley de Vivienda y la actitud de la
Administración.
Poniendo el foco en concreto en
la CAV, podemos decir que hemos abandonado el llamado crecimiento “sólido”
y que ahora estamos con un crecimiento
“suave”, según el indicador denominado Termómetro Económico del
Gobierno Vasco, que analiza las quince variables que tienen más correlación con
el PIB (entre ellas, el índice de Producción Industrial, la venta de viviendas,
las hipotecas, el Índice de comercio minorista, la afiliación a la seguridad
social, el paro,…). Así tras cinco años de recuperación, en 2019 continuara el
crecimiento en Bizkaia (2,2% según la última estimación del Gobierno Vasco),
aunque será inferior que el 2,7% del 2018, que ya fue inferior al 3% del 2017.
En cuanto a las DOT, las
Directrices de Ordenación Territorial, la Comisión de Ordenación del
Territorio, dio el pasado año luz verde por unanimidad a su aprobación
inicial. Posteriormente se publicó en el
BOPV, pasó un período de información pública, y ya sólo le quedan los informes
de legalidad y económico-financiero para su aprobación por decreto. Lo que conllevará
a oficializar la restricción a la expansión de áreas urbanizadas, considerando
que como el suelo es escaso debe minorarse la construcción de viviendas; en
lugar de tomar medidas precisamente para paliar la escasez de suelo.
Respecto a la Ley Vasca
de Vivienda de 18 de junio de 2015, de la que ya hemos comentado
reiteradamente que fue una oportunidad perdida, ya que entre sus objetivos no
se contemplaban ni la minoración de cesiones, ni la agilización de
procedimientos administrativos, ni dar mayor viabilidad económica a desarrollos
urbanísticos futuros,…. tiene pendiente su desarrollo normativo, posiblemente, por la escasez de medios y por su suspensión
parcial y cautelar por recursos del Tribunal Constitucional.
Y en referencia a la Administración
Pública, sería bueno que el suelo, nuestra materia prima y bien
escaso, no tenga tantas trabas para su desarrollo, que la solicitud de
licencias sea atendida en plazos razonables, que se aprobasen medidas de
estímulo a la actividad, ya sean de carácter legislativo , como la adecuación
de los porcentajes de reserva de suelo a la realidad y necesidades actuales, ya
sean de carácter ejecutivo, como la adecuación de los precios máximos de las
VPO a la realidad de los costes de edificación actuales , después, por cierto, de nueve años de congelación de los mismos.
Ya por ir terminando, dicen que el siglo XIX fue el de los imperios,
que el siglo XX ha sido el de los estados-nación y que el siglo XXI está siendo, volviendo a los orígenes de la
cultura y de la civilización, el de las
ciudades. Podremos vivir, por tanto, un impulso definitivo al proceso progresivo de
regeneración urbana y desarrollo de las ciudades y sus hinterland o zonas de influencia.
Tenemos además, aquí, in situ, el ejemplo de Bilbao (¡el mundo entero es un
Bilbao más grande¡ decía Unamuno), que fue villa medieval, villa mercantil,
ciudad industrial y ahora, junto a su hinterland, se ha convertido en una
ciudad amable, a escala humana y con múltiples encantos. Dicen que es de Churchill este aforismo inmobiliario: “los hombres construimos edificios y luego
los edificios son los que moldean a los hombres”; haciendo un símil con
esto, diríamos que somos los promotores y constructores inmobiliarios los que erigimos
ciudades, que si están realizadas con alma – como así debiera ser- moldean a
los pueblos. Que podamos seguir haciéndolo muchos años y que todos nosotros
seamos testigos de ello.
Amaitzeko, zorte ona, lan asko eta eskerrik asko benetan danori.
Para terminar, buena suerte , trabajo en abundancia y muchas
gracias a todos.
Mikel Etxebarria Dobaran
Vicepresidente Promoción ASCOBI
Intervención en la Asamblea General de ASCOBI (Asociación de Promotores y Constructores de
Bizkaia) el 4 de abril de 2019
https://www.ivoox.com/debate-tamarises-izarra-que-opciones-vivienda-audios-mp3_rf_34390243_1.html
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